Diseñan un prototipo que combina paneles solares y torres de cultivo para producir alimentos y energía

Sistema piloto de placas solares.

Los ingenieros de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) han diseñado un prototipo de un sistema que combina paneles solares y torres en las que crecen hortalizas usando agua de lluvia, logrando así aprovechar cada metro cuadrado para producir alimentos y generar energía al mismo tiempo.

El prototipo consiste en una torre modular que puede alcanzar hasta 2,5 metros de altura y albergar unas 80 plantas por metro cuadrado, e incorpora placas solares para producir energía.

Esta propuesta busca implementar paneles solares sobre los cultivos para aprovechar la energía solar sin sacrificar el área destinada a la agricultura. La iniciativa está en una fase inicial de prototipado y la idea es crear torres de cultivo hidropónico donde hortalizas como lechuga, acelga y espinaca crezcan en agua en vez de tierra.

La torre consiste en un sistema modular, compuesto de varios anillos de 20 cm que al apilarse uno sobre otro forman una estructura de hasta 2,5 metros de altura, tamaño óptimo para que crezcan unas 80 plantas por metro cuadrado, en comparación con las 10 plantas posibles en una siembra tradicional.

Pero más allá de optimizar el espacio, también se busca evitar que los agricultores tengan que trabajar en posiciones incómodas, como agacharse constantemente, lo que es común en los sistemas tradicionales de cultivo. Gracias a la estructura modular y vertical de las torres, se facilita el acceso a las plantas y reduce la fatiga.

Paneles semitransparentes para mejorar la productividad de cultivos

Uno de los principales desafíos de esta tecnología es la sombra que los paneles solares proyectan sobre los cultivos, ya que puede reducir la productividad. Por eso los investigadores de la UNAL están explorando alternativas, como los paneles solares semitransparentes que permiten el paso de una mayor cantidad de luz al cultivo, y, por lo tanto, reducen ese posible impacto negativo.

Además, el sistema se está diseñando de tal manera que recoja el agua de lluvia para maximizar aún más el uso de recursos en áreas de producción agrícola. Aunque está pensado para cultivos de hortalizas, también se puede aplicar a otras necesidades.

La siguiente fase en el desarrollo del sistema se centrará en realizar pruebas de resistencia y durabilidad que son fundamentales para asegurar que las estructuras de las torres y los paneles solares puedan soportar las condiciones ambientales del municipio de Cundinamarca, que tiene lluvias fuertes y momentos de vientos intensos.

Al garantizar que el diseño resista estos factores, los investigadores buscan reducir costos de mantenimiento y asegurar una operación prolongada del sistema, incluso en entornos difíciles.

 
 
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