La Comisión Europea destaca en un informe el potencial de la UE en la transición a las energías limpias

Según el informe, aunque las tecnologías de energía limpia siguen siendo muy competitivas en términos de costes en la UE, aún se depende en gran medida de terceros países en la capacidad de fabricación de componentes para energía solar.

Según el informe, aunque las tecnologías de energía limpia siguen siendo muy competitivas en términos de costes en la UE, aún se depende en gran medida de terceros países en la capacidad de fabricación de componentes para energía solar.

El informe de 2023 sobre los avances en la competitividad de las tecnologías de energía limpia, publicado la semana pasada por la Comisión Europea como parte del ejercicio del Informe sobre el estado de la Unión de la Energía 2023, ha destacado el aumento del potencial de la UE en la transición a las energías limpias. En 2022, la tasa de implantación de la energía solar y eólica aumentó alrededor de un 50% en comparación con 2021, aunque aún existe una creciente dependencia de las importaciones de determinadas tecnologías.

Según el informe, aunque las tecnologías de energía limpia siguen siendo muy competitivas en términos de costes en la UE, aún se depende en gran medida de terceros países en la capacidad de fabricación.

Los últimos datos han mostrado que más del 90% de la capacidad para fabricar algunos componentes necesarios para la energía solar fotovoltaica se encuentra en China. En este último informe de 2023 se evalúa la competitividad de los diferentes aspectos del sector de las energías limpias (costos de las materias primas, problemas de la cadena de suministro, habilidades, investigación e innovación, y atracción de inversiones), y también de la competitividad de las diferentes tecnologías estratégicas net-zero (solar, eólica, oceánica, baterías, bombas de calor, etc.).

Según el informe, a pesar de que las tecnologías siguen siendo competitivas en términos de costes para la UE, la industria manufacturera se enfrenta a una competencia cada vez mayor. Desde materias primas hasta componentes intermedios clave y tecnologías de energía limpia finales, la UE se está volviendo cada vez más dependiente de las importaciones de terceros países. El informe está respaldado por evidencia del Observatorio de Tecnología de Energía Limpia.

Dependencia del exterior

A pesar del aumento de los precios debido al pico de los costes de energía y materiales en 2022, el informe concluye que las tecnologías de energía limpia siguen siendo muy competitivas en términos de costes pero, aun así, más del 60% de la capacidad de fabricación mundial para segmentos clave de la cadena de valor de baterías y energía solar se encuentra en el gigante asiático.

Incluso en sectores como la energía eólica o las bombas de calor, donde la UE tiene una fuerte base manufacturera, las cuotas de mercado de la UE están cayendo. En el caso de la energía eólica, por ejemplo, la Comisión Europea ha abordado estos desafíos con un nuevo paquete eólico que ha sido presentado recientemente.

Iniciativas para el cambio

El informe subraya que la Comisión Europea ya ha tomado una serie de iniciativas para intentar abordar esta cuestión. El Plan Industrial del Pacto Verde, la Ley de Industria Net-Zero y la Ley de Materias Primas Críticas tienen como objetivo reducir la dependencia de Europa de las importaciones de tecnologías net-zero, fortalecer la resiliencia de la cadena de valor y construir una sólida base manufacturera nacional.

Otras cuestiones identificadas en el informe incluyen la necesidad de mejorar las habilidades, garantizar empleos de calidad y convertir la innovación en producción industrial. A pesar de la tendencia positiva del empleo, los últimos datos muestran que las brechas y la escasez de habilidades pueden frenar el crecimiento. Además, si bien la UE sigue siendo líder en investigación sobre energías limpias, según el informe, cerrar la brecha entre la investigación y la adopción del mercado requiere esfuerzos intensificados a través de programas nacionales y de la UE y objetivos claros de I+i para 2030 y 2050.

 
 
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