El cementerio municipal de Bilbao se convierte en un espacio público sostenible con 186 placas solares

El cementerio municipal de Bilbao ya es totalmente sostenible gracias a 186 módulos solares que han sido instalados en la cubierta de diez edificios destinados a nichos y sobre el tejado del vestuario de empleados. La primera fase de montaje y puesta en funcionamiento de las placas fotovoltaicas ha contado con un presupuesto de 87.135 euros y un plazo de ejecución de doce semanas.

El fin último de esta actuación es que el cementerio municipal de Bilbao se convierta en un espacio público medioambientalmente sostenible.

La disposición de los 186 módulos se ha llevado a cabo de tal manera que las pérdidas debidas a la orientación e inclinación del sistema y a las sombras sobre el mismo sean mínimas.

La instalación funciona en régimen de autoconsumo conectado a la red eléctrica. De este modo, la empresa pública Bilbao Zerbitzuak, encargada de gestionar los cementerios municipales de Bilbao y Deusto, obtiene rendimientos del exceso de energía producida, en el caso de que no se necesite para su consumo. Además, el uso de paneles bifaciales sobre nichos aumenta el rendimiento de la instalación.

Energía renovable y puntos de carga de VE

Aunque el consumo eléctrico actual del cementerio municipal de Bilbao es relativamente bajo, el fin último es que se convierta en un espacio público medioambientalmente sostenible, basado en la utilización de energías renovables mediante la implantación de instalaciones eléctricas de generación fotovoltaica. Además, contribuye a mejorar la calidad de vida de la ciudadanía de Bilbao por integrar de forma activa las energías renovables en la economía local productiva y luchar contra el cambio climático.

En una segunda fase, Bilbao Zerbitzuak instalará cuatro puntos de recarga para vehículos eléctricos, dos de ellos para uso público de los visitantes y otros dos para carga de vehículos de mantenimiento del cementerio.

Máximo rendimiento posible

La instalación se ha proyectado para conseguir el máximo rendimiento posible, con una potencia nominal aproximada de 70 kWp. La simulación realizada con los datos del proyecto técnico elaborado contempla que este sistema de generación fotovoltaica de origen renovable permite reducir las emisiones de CO₂ derivadas de la generación eléctrica convencional evitando emisiones de CO₂ a la atmósfera por un equivalente a 21.893,8 kg/año. Además de evitar cada año la tala de 3.423,9 árboles.

Iberdrola se ha encargado de la puesta en marcha de la instalación fotovoltaica en modalidad de autoconsumo acogida a la compensación simplificada de excedentes. Bikote Solar ha sido la empresa instaladora. Las obras han fomentado el desarrollo del empleo local y altamente cualificado tanto en el diseño, como en el montaje y la explotación de la instalación.

 
 
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