Con el objetivo de usar la energía solar para impulsar el desarrollo socioeconómico de la zona del Sahel en África, la iniciativa Desert to Power impulsará la construcción de numerosas plantas fotovoltaicas en los 11 países que constituyen la región, generando 10 GW de capacidad adicional a través de una combinación de soluciones dentro y fuera de la red para proporcionar electricidad de origen renovable a 250 millones de personas del continente africano. Actualmente, el proyecto se encuentra en fase de ejecución.
El Sahel está constituido por Burkina Faso, Chad, Yibuti, Eritrea, Etiopía, Mali, Mauritania, Níger, Nigeria, Senegal y Sudán, una de las regiones del mundo que recibe mayor cantidad de luz solar. No obstante, los países del Sahel se encuentran entre los más vulnerables de África, con un PIB medio 2,5 veces inferior al del resto del continente, e incluso cinco de ellos se encuentran entre los 10 países menos desarrollados del mundo.
En 2018, nació el proyecto Desert to Power, cuando el Banco Africano de Desarrollo (BAfD) celebró su reunión anual, donde el Fondo Verde para el Clima (GCF, por sus siglas en inglés) y el Fondo de Inversión Africa50 firmaron una carta comprometiéndose a participar en el proyecto. Desde entonces, el BAfD ha establecido alianzas con numerosas fuentes de financiación internacionales.
Además, el Fondo de Energía Sostenible para África (SEFA, por sus siglas en inglés) del BAfd, el mayor mecanismo interno de financiación mixto del banco, ha establecido compromisos de más de 500 millones de dólares de 10 países donantes, entre ellos Dinamarca, Estados Unidos, Italia, Noruega, España, o Alemania. El Fondo Nórdico de Desarrollo (NDF, por sus siglas en inglés) y la Alianza Mundial para la Energía Sostenible también está proporcionando capital para proyectos renovables del sector privado en los países de Desert to Power.
En la actualidad, la cartera de proyectos renovables de Desert to Power cuenta con 10 proyectos de inversión y más de 15 operaciones de asistencia técnica en siete de los 11 países en los que opera.
Objetivos de Desert to Power
El continente africano tiene una capacidad solar casi ilimitada (11 TW), importantes recursos hidroeléctricos (350 GW, con solo entre el 5 y el 6% actualmente aprovechados), energía eólica (110 GW, con solo el 2% utilizado) y fuentes de energía geotérmica (15 GW).
A pesar de este potencial, 600 millones de personas en África viven sin acceso a la electricidad. El continente representa solo el 6% de la demanda mundial de energía y poco más del 3% de la demanda de electricidad. Esto subraya la importancia de aumentar las inversiones en energías renovables para satisfacer las necesidades energéticas del continente de manera sostenible, según los expertos de la iniciativa.
La iniciativa recoge cinco áreas de intervención prioritarias, siendo el desarrollo de capacidades en energías renovables una prioridad transversal. En primer lugar, persigue ampliar la capacidad de generación de energía solar conectada a la red. En segundo lugar, busca fortalecer y ampliar las redes eléctricas nacionales e internacionales. Por otro lado, busca la implementación de soluciones energéticas descentralizadas, así como mejorar la capacidad financiera y operativa de los operadores públicos de electricidad. Por último, el proyecto espera fortalecer un entorno propicio para obtener una mayor inversión privada.
Así, Desert to Power representa un paso importante en el camino hacia la solución de los problemas críticos de acceso a la energía de África y la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles.
Fase inicial del proyecto
La fase inicial de la iniciativa, en la que se encuentra inmersa, está dedicada a cinco países del Sahel: Burkina Faso, Chad, Mali, Mauritania y Níger. Las hojas de ruta de la iniciativa en estos países han permitido perfilar 85 proyectos renovables para su preparación e inversión, con un potencial de más de 2 GW de energía solar.
En el caso de Chad, se proyecta la construcción de una planta solar fotovoltaica denominada ‘Djermaya solar’ de 34 MW, con 4 MWh de sistemas de almacenamiento en baterías, en Yamena, la capital de Chad. Se trata del primer proyecto de generación de energía renovable en el país, así como la primera asociación público-privada que Chad está implementando. El coste total del proyecto es de 54 millones de euros, incluidos nueve millones de euros de financiación de capital de inversores privados.
La energía solar generada se venderá en virtud de un acuerdo de compra de energía limpia (PPA) a un precio competitivo a la empresa de servicios públicos nacional durante un período de 20 años. Al finalizar el PPA, la propiedad de la planta se transferirá a la empresa de servicios públicos estatal. Con una producción anual de más de 61 GWh, la planta solar de Djermaya reducirá los costes relacionados con la producción térmica que afectan a la población y a la economía del país. Así, el 10% de la electricidad de Chad será energía solar de bajo coste, proporcionando seis millones de euros de ahorro anual.
También se está llevando a cabo un proyecto de soporte del sector eléctrico denominado Paset (8 MW), por un coste de 21,5 millones de dólares. De forma adicional, se están llevando a cabo en el país cinco estudios de preparación y una asistencia técnica. La hoja de ruta de Desert to Power en Chad identificó objetivos para una capacidad solar adicional de 70 MW para 2025 y 702 MW para 2030.
Por su parte, Burkina Faso llevará a cabo diversos proyectos destinados a implementar plantas de energía solar y reforzar la red eléctrica. En concreto, aumentará y diversificará el suministro eléctrico mediante la construcción de cuatro nuevas plantas fotovoltaicas de 52 MWp y ampliará y aumentará las redes de distribución de energía para conectar 30.000 nuevos hogares, o unas 200.000 personas. El coste total del proyecto se estima en 136,69 millones de euros, de los cuales el BAfd aportará 48,82 millones de euros. Se estima que el proyecto abarcará un período de cinco años.
Energía solar e interconexión eléctrica en Mali, Mauritania y Níger
La cartera de proyectos para Mali cuenta con dos proyectos renovables y tres intervenciones de asistencia técnica. La hoja de ruta de la iniciativa identificó un potencial solar en el país de 399 MW para 2025 y 977 MW para 2030. En el caso de Mauritania, se prevé una capacidad solar adicional de 335 MW para 2030.
En diciembre del año pasado pasado, el BAfD aprobó el Proyecto de Interconexión Eléctrica de 225 kV entre Mauritania y Mali y el Proyecto de Desarrollo de Plantas de Energía Solar (Piemm, por sus siglas en inglés). Esto contribuirá a desarrollar el comercio regional de electricidad en el Sahel, permitirá a Mali importar alrededor de 600 GWh de electricidad procedente de fuentes de energía renovables de Mauritania cada año y permitirá tanto ambos países aumentar su tasa nacional de acceso a la electricidad.
Además, ambos países podrán mejorar el rendimiento de su subsector eléctrico reduciendo el consumo de combustibles fósiles y prescindir de varios generadores que actualmente suponen grandes costes operativos, reduciendo así las emisiones de gases de efecto invernadero. Se espera que el proyecto proporcione suministro eléctrico a 100.000 hogares, 80.000 en Mauritania y 20.000 en Mali.
Por último, en Níger, la hoja de ruta de Desert to Power en el país identifica objetivos para una capacidad solar adicional de 386 MW para 2030. Destaca especialmente la implementación del proyecto RANA para desarrollar plantas de energía solar y mejorar el acceso a la electricidad en Níger. Cuando se implemente por completo, proporcionará más de 40 MW de capacidad adicional de generación de energía solar y proporcionará acceso a electricidad a 660.880 personas por primera vez en su vida.
La iniciativa Desert to Power representa un paso importante en el camino hacia la solución de los problemas de acceso a la energía en África y la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles en el continente, proporcionando suministro eléctrico de origen renovable a millones de personas en situación de pobreza energética.