El proyecto europeo Nefertiti busca obtener combustible sintético a partir de la energía solar

Consorcio del proyecto Nefertiti.

El Centro de Investigación Internacional en Materias Primas Críticas para Tecnologías Industriales Avanzadas (Iccram), adscrito a la Universidad de Burgos (UBU), participa en el proyecto Nefertiti, que busca el desarrollo de un combustible sintético potenciado por energía solar. El consorcio de este proyecto está formado por diez instituciones y empresas de España, Irlanda, Países Bajos, Chipre, Grecia, Turquía, China y Estados Unidos.

El consorcio del proyecto Nefertiti se reunió en la Universidad de Burgos para debatir sobre los avances del proyecto y la hoja de ruta a seguir durante los próximos meses.

Una veintena de investigadores del consorcio del proyecto se reunieron en la Universidad de Burgos a principios de febrero para poner en común los avances y la hoja de ruta a seguir hacia el desarrollo de un sistema capaz de convertir el CO2 residual de otros procesos en combustibles solares para la producción energética o el transporte, teniendo además en cuenta la seguridad humana, medioambiental, económica y social.

La investigación, financiada por el programa europeo Horizonte 2020, está enfocada en desarrollar un sistema fotocatalítico que transforme CO2 y agua en alcoholes de cadena larga, es decir, con propiedades idóneas para actuar como combustible. En el proyecto se estudian tanto los catalizadores que facilitan el proceso, como los dispositivos en los que tienen lugar las reacciones químicas. Además, se investiga sobre los concentradores solares que mejoran la captación de la energía solar necesaria para el proceso.

Desarrollo de catalizadores solares para crear combustible sostenible

Por su parte, el grupo de Diseño y Modelización de Materiales de la Universidad de Burgos trabaja en el desarrollo de los catalizadores solares óptimos para desarrollar los procesos químicos deseados. Para lograr este objetivo, se utilizan simulaciones de los materiales y los procesos deseados con el objetivo de entender las interacciones a nivel atómico y dirigir las investigaciones experimentales hacia los productos y procesos más recomendables. Esta metodología aporta gran cantidad de detalles sobre los procesos químicos, lo que posibilita un avance más rápido y fiable de las investigaciones.

De manera complementaria, están involucradas las líneas de investigación en Toxicología y Sostenibilidad del Grupo Iccram-Est con el fin de que el desarrollo de los materiales sea ‘Safe and sustainable by design (SSbD)’, una metodología marco publicada por la Comisión Europea en 2020 con el objetivo de guiar el desarrollo de nuevos productos químicos y procesos tecnológicos, considerando la perspectiva de su seguridad y sostenibilidad desde la etapa de diseño.

En este sentido, se estudian tanto los compuestos químicos utilizados en el proceso como los materiales empleados para la construcción del dispositivo en el que tendrá lugar la conversión de CO2 en combustible. De esta manera, es posible identificar los puntos críticos, desde el punto de vista de la seguridad y sostenibilidad de la nueva tecnología, y se puede trabajar en la eliminación o sustitución de las sustancias o procesos potencialmente perjudiciales. Se estima que la tecnología estará lista para realizar las primeras pruebas en laboratorio durante el año que viene.

 
 
PATROCINIO
Salir de la versión móvil