La planta solar fotovoltaica Talayuela II se ha conectado a la red eléctrica, cuenta con una potencia instalada de 55,2 MWp, y ya está vertiendo energía limpia, autóctona y asequible a la red, y asegurando el suministro a unas 34.000 familias al año.
Esta nueva instalación renovable podrá generar 110 GWh anuales, contribuyendo así a evitar la emisión de más de 20.000 toneladas de CO2 al año. La planta solar se encuentra en el municipio cacereño de Talayuela, en las proximidades de la planta Talayuela Solar, construida y operada por Statkraft y con la que comparte infraestructura para la evacuación de la energía.
Desarrollo de la planta solar Talayuela II
Para el desarrollo de la planta solar Talayuela II, se ha destinado una inversión de más de 34 millones de euros y, además, ha supuesto la creación de hasta 200 empleos durante la fase de construcción.
Actualmente, se están completando las ultimas labores de la fase de construcción para pasar a la operación y mantenimiento. Durante todo el proceso se ha realizado un seguimiento para la reutilización y reciclaje de los materiales y residuos generados con el objetivo de promover la economía circular. Se ha reciclado el 90% de los residuos generados en la fase de construcción de la planta solar.
La compañía reafirma su compromiso con el territorio, tanto desde el punto de vista socioeconómico como medioambiental. Por ello ha desplegado una serie de medidas para la conservación y mejora de la biodiversidad y ha involucrado a las comunidades y administraciones locales para responder a sus demandas de manera sostenible.
Desde el punto de vista ambiental, la empresa ha elaborado un Plan de Integración Medioambiental con actuaciones encaminadas a minimizar los impactos y promover la protección de la biodiversidad. En un entorno de dehesa, todas las encinas se preservan y protegen, no sólo durante la fase de construcción a lo largo de la vida útil del proyecto.
Destaca la plantación de una pantalla vegetal de especies autóctonas a lo largo del vallado; la construcción de una charca de 5.000 m² para fomentar la reproducción de aves como el abejaruco y el avión zapador -prevista para finales de año-; se contempla la introducción de galápagos europeos, a modo de núcleo de cría, para reforzar sus poblaciones en la zona; la instalación de cajas nido; y refugios para lechuzas, cernícalos, reptiles y artrópodos.