La Prospectiva Energética de Cataluña 2050 apuesta por el despliegue de energías renovables

Proencat 2050

La Prospectiva Energética de Cataluña 2050 (Proencat 2050), aprobada esta semana por el Consejo Ejecutivo del Gobierno de Cataluña, orienta la transición energética hacia la neutralidad climática del sistema energético catalán. Según el documento, la descarbonización del sistema energético en Cataluña requerirá la inversión de 84.361 millones de euros. El estudio prevé que para el año 2030 será necesario incorporar hasta 12.000 MW de energías renovables (7.000 MW de energía fotovoltaica y 5.000 MW de energía eólica).

El análisis calcula que será necesario instalar 12.000 MW renovables nuevos hasta el año 2030 y cerca de 60.000 MW hasta el año 2050 para alcanzar un sistema eléctrico totalmente descarbonizado.

El estudio, elaborado por el Instituto Catalán de Energía (Icaen), apuesta por un escenario objetivo en el que se alcanza la neutralidad climática del sector energético, pero advierte que no se conseguirá si no se aplican de forma intensiva y coordinada un conjunto de estrategias destinadas a transformar la totalidad del ámbito de la energía. En concreto, identifica una veintena de estrategias a desarrollar, entre las que destacan el despliegue a gran escala de las energías renovables, dar un papel relevante al almacenamiento de electricidad, apostar por el autoconsumo y la generación de proximidad, además de la electrificación de la economía y la implantación de un nuevo diseño del sistema eléctrico, entre otras cuestiones.

Despliegue a gran escala de las energías renovables

La Prospectiva Energética de Cataluña 2050 destaca la necesidad de avanzar en el despliegue de las energías renovables. El documento prevé que para el año 2030 será necesario incorporar hasta 12.000 MW de energías renovables (5.000 MW de energía eólica y 7.000 MW de fotovoltaica).

La potencia renovable total deberá crecer hasta los casi 62.000 MW en 2050, 18 veces la potencia instalada actualmente. Y se calcula que las inversiones en energías renovables tendrán que ascender a los 51.511 millones de euros.

Apuesta por las instalaciones fotovoltaicas

Estos datos incluyen el aprovechamiento del potencial fotovoltaico existente. Se ha previsto la instalación de más de 11.000 MW en instalaciones fotovoltaicas en edificios y 2.600 MW de energía fotovoltaica en otros espacios artificializados, que aportarán hasta el 40% del total de la energía solar que se genere en Cataluña.

En conjunto, hasta 2050 entrarán en servicio alrededor de las 500.000 instalaciones de energía eléctrica en tejados y cubiertas, muchas de ellas asociadas a sistemas de autoconsumo y generación distribuida, que permitirán aprovechar hasta un 65% de su potencial total. De hecho, el estudio considera que la implantación de energías renovables debe realizarse minimizando el uso del territorio para usos energéticos.

La Prospectiva Energética de Catalunya 2050 advierte que disponer de un sector eléctrico 100% renovable no es suficiente para alcanzar la neutralidad climática en el ámbito energético si no se actúa también de forma decidida sobre la demanda energética, y destaca que será necesario implantar sistemas de almacenamiento para desplazar los excedentes de energía en el tiempo, ya sea mediante baterías eléctricas, sistemas de bombeo o la gestión de las centrales hidroeléctricas con embalses.

Ahorro y eficiencia energética

Además, el estudio destaca otros ejes fundamentales para lograr la descarbonización del sistema energético catalán, como el ahorro y la eficiencia energética para posibilitar la transformación del modelo energético. Para alcanzar la descarbonización del sistema energético, la Proencat 2050 prevé que será necesario un fuerte decrecimiento del consumo de energía final, que deberá reducirse un 30,3% en el período 2017-2050.

Los ámbitos del transporte (-50,6%) y doméstico (-34,2%) son los que protagonizarán una mayor reducción en el consumo de energía. Las inversiones necesarias para alcanzar esa cifra de ahorro de energía se han estimado en 15.000 millones de euros.

Por otro lado, cada vez mayores consumos pasarán a ser eléctricos. Si en 2017 el grado de electrificación de la demanda de energía era del 24,8%, para 2050 se espera que aumente hasta el 76,6%. Se prevé que la demanda eléctrica se multiplique por 2,3 en el período 2017-2050. En este sentido, se calcula que se tendrán que invertir 13.256 millones de euros en infraestructuras de la red eléctrica para dimensionarla y modernizarla adecuadamente.

 
 
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